24 de febrero de 2010

unos más, otros menos

la revista de arte contemporáneo parachute, fundada en 1974 ha anunciado recientemente su salida del mercado, su desaparición del flujo de discursos; su cancelación por falta de apoyo económico.

chantal pontbriand, director de parachute, crítico y curador franco-canadiense, expone la cada vez menor intención gubernamental de apoyar eéste y otros proyectos con intenciones críticas y teóricas sobre el devenir del arte contemproáneo en canadá, como la principal causa del sentido quiebre de la publicación. (en este punto, más de alguno empieza a paralelar la nueva y aterradora decisión calderonista de reducir —aun más— el presupuesto para la cultura en méxico, con la escena canadiense/primer mundo.)

vc cumple 7 años.

y mientras fox y sahagún se intentan pasear por el mundo dando estúpidas conferencias —en pareja— intentando cobrar hasta 500 dlls por entrada (justamente hoy se anuncia que debido al poquísimo quorum de su primer evento, han decidido bajar sus entradas a 95 dlls; cuando lo que debieran intentar sería retirarse —para siempre— de cualquier medio, escenario, pantalla o impreso)… mientras, mientras, vc cumple 7 años.

yo soy lectora de vc desde hace 7 años. fui lectora de parachute y escuché un sin fin de aberraciones en boca de nuestro exgobernante y su trepadora acompañante los pasados 6 años. ¿la moraleja?

no se necesita de un gran presupuesto, ni de grandes líderes, incluso, ni de grandes ideas, para seguir. eso es, a mi juicio, lo que ha hecho, nos ha hecho, lectores de este rectángulo doblado en 4. un proyecto sin mayores pretensiones que las de ser algo entre tanta nada. conjugación de necesidades, saberes, ignorancias, complejos, deseos, frustraciones, intenciones, sugerencias, quejas y desasosiegos. finalmente, eso, un proyecto en manos de alguien constante.

sea lo más difícil para una publicación hoy, la conformación de un lenguaje, no de un estilo, lejos de una moda; apenas un intento por decir en un mismo tono cosas muy diversas. hacerse de una identidad. ése ha sido el otro gran acierto —buscado o encontrado— de este espacio en letras. empecemos por agradecerle a sus fundadores, a los primeros colaboradores y columnistas—entre los que tengo el gusto de contarme; pero, especialmente a quienes han seguido en afanoso intento, apasionado del diseño complejo y siempre seductor, las opiniones entresacadas que a poco los han vuelto a varios, nuevos colaboradores. seguir lo punteado, subirse a un barco que se ve de lejos y nunca bien se conoce; apostarle a uno mismo en un proyecto ajeno y propio.

pues aunque eduardo dude, se avergüence y vuelva a dudar sobre la intormisión ‘pública’ de vc en los muchos foros de discusión sobre publicaciones de arte contemporáneo a los que ha dado pie su insistencia en la escena; lo cierto es que hace falta estar de un lado y del otro para escoger. vc ha seguido escogiendo ser lo que es. sabiendo sus límites, desconociendo su fortaleza, gravitando siempre en torno a sus debilidades; lo cierto es que estos ocho palmos tienen un público que de una u otra forma los agradece, y como favor con favor se paga, estoy segura de que seguiremos escribiendo hasta que el espiral se angoste y acabemos, acaso, —tan seguros— leyendo sólo nuestras propias palabras.


marcela quiroz luna / df / 1974

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